Otras Aventuras en el Valle de Quijos Ecuador
No solo Aves
Más allá de los binoculares: Aventuras que no son pájaros (pero igual epicas)
Claro que nos gustan las plumas, los cantos al amanecer y las guías de campo, pero a veces sólo tienes que bajar los binoculares y observar lo que te rodea. En el Valle de Quijos, la diversión no termina cuando se cierre la lista de aves. Rema por rápidos de aguas bravas, aprender a hacer queso con familias locales, explora cuevas ocultas, sumérgete en aguas termales y descubre el lado salvaje de Ecuador que no sabías que necesitabas. Si vienes por la adrenalina, el sabor local o las historias de “no van a creer lo que hice en Ecuador”, ya estás en el lugar correcto.

Rafting/ Kayak
Tanto si vas en busca de las aguas cálidas de la selva del Amazonas en Tena como de los torrentes fríos y esmeralda del río Quijos, cerca de San Francisco de Borja, el rafting aquí es pura adrenalina con un toque de paisajes asombrosos. El valle del Quijos es famoso por sus aguas bravas técnicas, sus gélidas cabeceras andinas y sus rápidos de grandes aguas que te harán sonreír (y quizá gritar) durante todo el descenso. En Tena, todo son ríos selváticos, exuberantes paredes de cañón y avistamiento de tucanes mientras remas. En cualquier caso, te espera una aventura llena de salpicaduras que nunca olvidarás.
Comida local
Aquí, las comidas no son solo para llenar el estómago—son parte de la cultura, un momento para compartir historias, honrar tradiciones y, de vez en cuando, atreverse a probar algo nuevo.
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Maitos de tilapia → Pescado envuelto en hojas de bijao, ahumado y perfecto.
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Chontacuros (larvas de palmera) → Manjar crujiente y mantecoso de la selva.
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Sopa de pescado con yuca, generosa en cebolla, limón y amor. Orgullo nacional, abrazo en plato hondo y—dato científico—cura oficial del chuchaqui.
Ya sea que te quedes con los clásicos o te lances al lado salvaje del menú, tus papilas gustativas están por vivir su propia aventura.


¡Leche y queso!
Es hora de cambiar los binoculares por un balde. Por aquí, la ganadería lechera sigue siendo parte del día a día, y nuestros vecinos están felices de compartir esta tradición con los visitantes curiosos. Empezarás la mañana aprendiendo a ordeñar una vaca a mano (todo está en los dedos), y luego te dirigirás a la cocina para convertir esa leche fresca en un delicioso y chirriante queso fresco. Por el camino, escucharás historias sobre la vida en el Valle de Quijos y el papel cambiante de la industria láctea en la comunidad. ¿Y lo mejor? Sentarte a degustar los frutos (o cuajadas) de tu trabajo mientras corre la brisa andina.
Cuevas
Cuando ya te llenaste de sol y vistas a la montaña, es hora de ir bajo tierra. ¿La opción más popular? Las Cavernas Jumandy, cerca de Archidona, una extensa red de cuevas calizas cargadas de historia y leyenda. La tradición local dice que el guerrero Jumandy se escondió aquí una vez mientras se resistía a la conquista española, y hoy puedes seguir sus pasos (con una linterna, por supuesto). Te esperan estrechos pasadizos, espectaculares formaciones rocosas y pozas de agua cristalina donde podrás darte un refrescante chapuzón. Tanto si vienes por la geología como por la historia, o simplemente para sentirte como un explorador, esta aventura subterránea lo consigue.


¿Alguien quiere las Termas de Papallacta?
A sólo una hora de Tamiaju, las aguas termales de Papallacta son los Andes en su estado más relajante. Enclavadas en lo alto del páramo, a casi 3.300 metros, estas aguas termales naturales son el lugar perfecto para remojar tus huesos cansados de pájaros.
Sumérgete en humeantes piscinas minerales rodeadas de neblinosos picos de páramo, o recorre cortos senderos bordeados de orquídeas antes de deslizarte de nuevo al agua. Ya sea para un chapuzón rápido o para un tratamiento completo de spa, Papallacta es pura magia andina.
Sigue explorando
Desde el rafting en el valle de Quijos hasta las aguas termales de Papallacta, desde las cuevas de Archidona hasta la elaboración de queso con los vecinos, las aventuras en los alrededores de Cosanga van mucho más allá de la observación de aves.
Alójate en Tamiaju, y deja que las joyas ocultas del Valle de Quijos se conviertan en tu patio de recreo.